Voces eTwinning noviembre 2012
La docente Victoria Troncoso Galofre del IES José Mª Parra, de Alzira (Valencia), nos cuenta su experiencia en el seminario de contacto eTwinning en Le Mans celebrado a principios de octubre.
Los días 4, 5 y 6 de octubre tuve la oportunidad de asistir a un seminario de encuentro eTwinning en la ciudad francesa de Le Mans. Allí, bajo el título Historia del arte y valorización del patrimonio cultural, nos reunimos 39 representantes de seis países europeos: Alemania, Chipre, Eslovaquia, Francia, Polonia y España.
De España fuimos seleccionadas una representante de Andalucía, Belén Alarcón Rueda, y yo, de la Comunidad Valenciana; las dos reuníamos un perfil semejante: profesoras de historia y arte que impartimos clases en grupos plurilingües o de metodología CLIL y con experiencia previa en la plataforma eTwinning y en el Twinspace.
Los objetivos del seminario estaban claros y, desde el primer momento, todos centramos nuestro trabajo en ellos:
• Conocer compañeros de otros países europeos y encontrar pareja para nuestro proyecto eTwinning.
• Mostrar todas las posibilidades que eTwinning ofrece a los profesores europeos.
• Poder practicar las diferentes herramientas de eTwinnig (cómo registrarse, encontrar compañero, registrar un proyecto, colaborar en el Twinspace...)
• Desarrollar una planificación del proyecto con nuestros compañeros.
La lengua vehicular del seminario y de todos los proyectos sería el inglés y la edad de los alumnos a los que iban dirigidos se encontraba entre los 12 y 15 años.
A pesar de las dificultades iniciales que supone todo seminario de encuentro en el que nadie se conoce y el poco tiempo que teníamos para alcanzar tan ambiciosos objetivos, sólo cuatro sesiones, las primeras dinámicas de presentación y conocimiento del grupo y, muy especialmente, la positiva y buena predisposición de todos los miembros del seminario posibilitó que, desde su inicio, se viviera un optimismo y un ambiente de trabajo sorprendente.
El segundo día del seminario fue de mucho estrés porque la organización nos empujaba a concretar esos primeros contactos en proyectos, pero esta no era tarea fácil: apenas sabíamos unos de otros, no todos éramos de historia, habían muchos profesores de inglés, y cada uno de nosotros teníamos una realidad muy concreta en nuestros respectivos institutos que nos limitaba a arriesgarnos en proyectos que pudieran resultar excesivamente ambiciosos y difíciles de terminar con éxito. Pero, al mismo tiempo, todos sabíamos que teníamos que superar cualquiera de estas dificultades, que teníamos que aprovechar la oportunidad que nos brindaba Le Mans y abrir la ventana de nuestros centros a Europa, que teníamos que transmitir a nuestros alumnos ese espíritu colaborativo, de trabajo y participación que estábamos viviendo en el seminario.
El último día casi todos teníamos proyecto, los diferentes grupos expusieron sus futuros trabajos, objetivos y metodologías, las temáticas de los proyectos eran variadas, abarcaban desde temáticas generales de conocimiento mutuo entre países, a aspectos más concretos como monumentos históricos, el uso de la piedra en los edificios romanos, el uso de las energías renovables o las leyendas de hadas en la tradición cultural de cada país. Misión cumplida: todos los objetivos iniciales del seminario se habían cubierto. Y sí, entre la satisfacción y el cansancio regresamos a nuestros respectivos países.
Para mí lo más emocionante fue volver a clase donde estaban esperándome mis alumnos y contarles a los de 1º de ESO que iban a trabajar durante este curso con estudiantes europeos de Alemania, Francia y Eslovaquia un proyecto de arquitectura y monumentos históricos en nuestra ciudad, en nuestro continente; y explicarles a mi grupo de 3ºde ESO que vamos a poner en común con estudiantes polacos, franceses y alemanes nuestro conocimiento sobre el uso de las energías renovables en los diferentes países. Ellos estaban felices, no tanto por el tema de los proyectos, sino porque estaba ofreciéndoles la posibilidad de conocer estudiantes de otros países, de esta manera su imaginación se disparaba y su entusiasmo me contagiaba.
Así pues, la conclusión a la que he llegado después de esta especial e intensa experiencia personal que he tenido de 48 horas en la ciudad francesa de Le Mans, es que eTwinning, de una manera sencilla, rápida y directa, se convierte en una ventana abierta a todos los centros educativos europeos que permite, a aquellos profesores y estudiantes con inquietudes, compartir experiencias y descubrir nuestro entorno europeo. Y seminarios de encuentro como éste fomentan, con la calidez y el afecto del contacto directo, estrechar los lazos de los diferentes eTwinners.
Victoria Troncoso Galofre
IES José Mª Parra, Alzira (València)
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