Etwinning

PDW Budapest: Our European Cultural Heritage

Con el Danubio como testigo del poso cultural que la historia ha ido dejando en la ciudad de Budapest, se llevó a cabo durante los días 27 al 29 de septiembre un Taller de Desarrollo Profesional eTwinning.

En las sesiones de trabajo, -cuyo marco de referencia fue la herencia cultura europea- los asistentes tuvieron la oportunidad de explorar las posibilidades educativas del entorno virtual Second Life, conocer las últimas novedades del portal europeo eTwinning y la nueva versión del TwinSpace, practicar con las herramientas de la web 2.0, crear música con dichas herramientas y también con instrumentos hechos a mano con materiales reciclados y, debatir  algunas orientaciones y sugerencias sobre cómo enseñar las Humanidades en el siglo XXI. Cabe destacar la ponencia plenaria sobre la formación del profesorado, impartida por Márta Turcsány-Szabó, profesora experta en TIC de la Universidad Eötvös Loránd de Hungría. Os incluimos, a continuación, algunas de estas presentaciones.

Prezi: Tricks for using the eTwinning Portal and TwinSpace (Gabriella Fodorné Bodnár & Emese Fodor, Servicio Nacional de Apoyo), Hungría

Otras presentaciones: http://pdw-budapest.webnode.hu/presentations/

Además de esto, los docentes tuvieron tiempo para intercambiar experiencias, analizar ejemplos de buenas prácticas y establecer contactos con el objetivo de iniciar futuros proyectos eTwinning.

Acudieron al evento docentes de diferentes países europeos, y desde España, fueron seleccionados Maite Elejalde Guerra, del CEP Virgen de la Guía, Portugalete (Vizcaya) y Jaime Francisco Hernández García, del IES Ramón Arcas Meca, Lorca (Murcia).

Aquí tenéis las impresiones de los dos sobre su participación en esta actividad europea de formación.

Jaime F. Hernández García. Profesor de Griego del IES Ramón Arcas Meca – Lorca (Murcia)

Seguro que todos habéis experimentado esa sensación que se tiene en los viajes. Se pierde la noción del tiempo. Tal vez sea porque cambiamos de rutina, o tal vez porque tus vivencias se hacen más intensas. Conoces gente, y... aprendes. Sobre todo, aprendes.

Y es que no se le puede pedir más a un viaje. Si, como decía el poeta griego Kavafis, a un viaje hay que pedirle que el camino sea largo, rico en experiencias, en conocimiento, nuestra estancia en Budapest podríamos calificarla como el viaje perfecto. Un viaje largo a una preciosa ciudad del este que se moderniza a pasos agigantados. Pero, sobre todo, un viaje rico en vivencias. Las experiencias que hemos compartido etwinners de toda Europa y que nos invitan a asumir nuevos retos en nuestro día a día con nuestros alumnos. Y un viaje en el que hemos aprendido, y mucho.

El Servicio Nacional húngaro nos ha preparado un programa intenso, sugerente y variado. Cada uno de los profesores ha podido diseñar su ruta formativa en función de sus intereses. Así, cada participante ha elegido cuatro de entre siete talleres. Talleres para mejorar el manejo del nuevo portal Etwinning y el TwinSpace, para compartir modelos de buenas prácticas. Pero también talleres específicos sobre herramientas concretas existentes en la Web 2.0; la creación de música usando la web o materiales reciclados; o las ventajas de las presentaciones con Prezi en los trabajos colaborativos. Otros talleres nos han invitado a replantearnos nuestra metodología en la enseñanza de las humanidades en el s.XXI. Incluso hemos tenido un taller acerca de la utilización de un avatar de Second Life en el proceso de aprendizaje. Second Life en la educación, en mi humilde opinión, está aún poco desarrollada. Es un recurso cuya eficacia se verá a medio o largo plazo. Aunque eso mismo debió pensar mi viejo profesor de lengua -ya jubilado- cuando vio por primera vez esas pizarras blancas en las que no se escribía con tiza sino con un ratón de ordenador...

En fin, además de practicar nuestro inglés, que ya se andaba oxidando en mi caso particular, hemos aprendido mucho y volvemos con el portátil repleto de "contactos" para desarrollar nuevos proyectos; pero, lo que es más importante, con la sensación de que otros muchos profesores, algunos de ellos ya amigos, nos acompañan a distancia por toda Europa en este arduo, hermoso e intenso viaje que es la docencia.

En definitiva, como en todo buen viaje que se precie, hemos perdido la noción del tiempo. Perder la noción del tiempo y sin perder el tiempo (aunque por poco lo que sí que perdemos es el avión; por falta de tiempo, precisamente...).

Tan sólo queda dar las gracias a nuestro Servicio Nacional por brindarnos a Mayte Elejalde y a mí la oportunidad de participar en este encuentro, al equipo húngaro por la excelente acogida y organización, y a los etwinners de toda Europa de los que tanto he aprendido, en especial, a mis nuevos amigos griegos.

Maite Elejalde Guerra. CEP Virgen de la Guía - Portugalete (Vizcaya)

Dos días de trabajo intenso, siete talleres. No parece el escenario ideal para recargar pilas sobre todo teniendo en cuenta que nuestra idea de hacerlo es tumbarnos en la playa y descansar.

Pero aunque no lo parezca, la PDW de Budapest ha sido una recarga increíble de pilas. ¿Por qué?

Cuando empecé en eTwinning la verdad es que lo hice sin saber muy bien dónde me metía. Ahora, cuatro proyectos más tarde y con dos en marcha, si sé donde estoy. La PDW me ha servido para darme cuenta de que pertenezco a un grupo de profesores entusiastas que no se conforman con la enseñanza clásica de sus asignaturas, encerrados en las cuatro paredes de sus aulas, sino que piensan que la enseñanza puede ser mucho más amplia y cooperativa, de que estamos haciendo algo especial. Y lo más importante, que no estamos solos, sino que hay otros muchos profesores por el mundo interesados en mejorar y dar una oportunidad diferente a nuestros alumnos.

Los talleres fueron todos interesantes, desde una introducción al Twinspace para los que comienzan su andadura en eTwinning hasta cómo utilizar el programa Second Life para usos educativos.

Pero sin duda, lo más importante ha sido el contacto humano. Ese contacto humano que nos falta en eTwinning, no en Comenius, ya que no tenemos la posibilidad de conocer personalmente a nuestros socios. Este evento nos ha permitido conocer algunos futuros socios, intercambiar experiencias y aprender unos de otros, de nuestras diferencias y similitudes. Yo personalmente he vuelto con nuevas ideas y muchas más ganas que antes de pertenecer a este grupo. En definitiva, con las pilas recargadas. A pesar de las circunstancias, los etwinners no estamos en "crisis".

Ya sólo me queda, como dice mi compañero Jaime Hernández "dar las gracias a nuestro Servicio Nacional de apoyo por brindarnos la oportunidad de acudir a este evento y al equipo húngaro por la excelente acogida y organización". Espero que podamos repetir.